Hola a todos , después de varios meses de silencio y desde esta nueva ubicación aquí estamos de nuevo para volver a contaros nuestras cosas y las cosas de otros que creamos interesantes.

martes, 21 de mayo de 2013

Cierta tristeza

Cuando se hace un montaje teatral, uno queda enamorado de la obra y de su personaje. La leyó en un texto y la adaptó, la estudió y la respiró; la hizo tan suya que es difícil no quedar enamorado y defenderla a capa y espada. Por eso, una tiende a pensar que esa obra debe ser vista por todo el mundo. Uno, enamorado, quisiera que todos los espectadores disfrutaran y se embebieran de esa belleza que él ha descubierto. Hacemos la producción con ese afán de ser entendidos por el programador de los actos culturales de tal o cual pueblo. Y una vez conseguida la actuación y cumplimentados todos los requisitos y papeleos que conlleva el hacer una obra en un pueblo; llegas al "picado de luces" y preparación escenográfica con la ilusión de ver ese espacio que tienes ante ti lleno a la hora de la representación. Crees, en tu enorme entusiasmo, que la gente está - como tú - esperando que llegue la hora para entrar por la puerta soñando con verte representar esa obra magistral pensada en la soledad del actor. Pero no siempre es así. Hay pueblos o lugares en los que la gente no responde; y te encuentras - allí entre bambalinas - escuchando que hay pocos espectadores para ese espectáculo que llevas preparando semanas, meses, vidas... ¿Está el teatro de capa caída? ¿Por qué la gente no acude a los teatros? ¿o al cine? ¿Por qué la gente parece ser receptiva sólo al fútbol? ¿Por qué se llenan los estadios a 170 € una entrada, llora la gente si gana o pierde su equipo - da lo mismo - y se convierten en "vociferantes" seres al ver "pelotear" a unos chavales; y los cines se están cerrando y los teatros "malviven"? Al ver a poca gente, te entristeces; pero, luego, das todo lo que tienes para ese personaje que escenificas y acabas vaciándote del todo. Pero - al recibir los aplausos - un poso de tristeza, de ver aquello semivacío - queda.

domingo, 12 de mayo de 2013

Una nueva actuación

En la promoción que estamos haciendo de "Las heridas del viento" del montillano Juan Carlos Rubio, hemos tenido la suerte de contar con la Concejalía de Cultura de Arjonilla que, interesada por la obra, ha decidido incluirla en una programación teatral que están llevando a cabo. Así, el día 18 de mayo, sábado, a las 21 horas, estaremos - si no pasa nada - en lo alto del escenario de "El Trovador" para volver a recrear a los personajes de David y Juan. Ya llevamos unas pocas representaciones, pero aún nos sobrecoge la intensidad de los personajes, sus vivencias, sus "verdades", sus emociones... Es una suerte el haber encontrado esta obra para crecer como actores y como personas. Es una suerte el poder contar con estos compañeros que nos hemos encontrado por nuestro amor al teatro. En la vida hay que esperar, porque muchas cosas buenas nos llegan cuando menos lo esperamos. Si queréis disfrutar de teatro, os esperamos en Arjonilla.